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Bienvenido/a a la entrada #6 de Tech Sherpas, la newsletter #1 de liderazgo en tech en español.
En esta ocasión quiero profundizar sobre la “necesidad disfrazada de oportunidad” que recibes cuando te promocionan a manager… Hablo de “oportunidad” ya que es una elección que implica todo un cambio de carrera.
Para hacerlo más sencillo, imagina lo siguiente:
Es un día cualquiera en la oficina. Estáis a mitad de sprint y hoy deberías acabar uno de los tickets relativos a la API pública. Tus 5 años de experiencia como ingeniero de software y la calidad de tu código te avalan, así que también es probable que debas revisar un par de pull requests de los miembros más junior del equipo.
De repente, tu responsable, Engineering Manager de tu equipo, te pide reuniros en privado…
Inmediatamente, comienzan a saltar las alarmas en tu cabeza: “¿qué habré hecho mal? ¿Me van a despedir?” 🤯🤯
Os sentáis y va directo al grano:
«Me han ofrecido un puesto como Senior Engineering Manager y creo que eres la persona ideal para ocupar mi puesto. Es una excelente oportunidad para tu carrera profesional y por supuesto tendrás un aumento en el salario acorde a la nueva responsabilidad.»
Ese día te vas a casa hecho un verdadero lío y comienzas a cuestionarte:
“Me han elegido a mí, ¿no me penalizará a futuro si me niego?”
“Me gusta lo que hago, y hasta ahora no me había planteado ser manager. ¿Merecerá la pena el aumento?”
“No sé si estaré a la altura, y no tengo claro lo que se espera de mí, pero no puedo mostrar dudas delante del equipo”
El síndrome del impostor comienza a apoderarse de ti y las dudas inundan tu cabeza.
No es una promoción, es un cambio de carrera
En el mundo tech, la mayoría de las transiciones hacia management nacen de la propia necesidad de la compañía, y no de la iniciativa del empleado. Además, en muchas ocasiones el proceso no es precisamente guiado, se parece muy poco a la incorporación en una nueva compañía, con formación, acompañamiento, tareas progresivamente más complejas…
Nada de eso. Se parece mucho más a ser lanzado a una piscina sin flotador: depende solo de ti aprender a nadar a tiempo… o hundirte.
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